El mandatario
uribista de San Vicente del Caguán impartió la directriz porque le recordaba a
la izquierda, a la guerrilla y su secuestro.
Por: Revista Semana
Humberto Sánchez llevaba menos de una semana de estar posesionado como
el alcalde de San Vicente del Caguán, en Caquetá, y con él, el Centro
Democrático estrenaba gobierno local en el municipio que fue epicentro de la
zona de distensión para las FARC a finales de los 90.
En su primer acto como alcalde, Sánchez citó a todos los funcionarios de
su gabinete a una reunión protocolaria en la Alcaldía, el lunes 4 de enero
pasado. Les advirtió que él era trabajador y que si alguien estaba en
desacuerdo con sus políticas, tenía las puertas abiertas para irse, como le
aseguraron a Semana.com diferentes empleados.
Pero además, impartió dos directrices claras a todo su gabinete, en
especial a las seis personas que fueron contratadas por la Alcaldía anterior,
regentada por Domingo Pérez, miembro del Polo Democrático, y que continúan en
su administración.
“Nos prohibió claramente pronunciar la palabra ‘compañero’ porque
supuestamente para él, que estuvo secuestrado, era traumatizante. Que de ahora
en adelante nos dijéramos colegas”, afirmó una funcionaria actual que pidió la
reserva de su nombre.
De igual manera, una empleada de la Alcaldía anterior que pasaba por el
recinto expresó que “Sánchez dijo que nadie podía usar mochilitas porque sólo
las usan los guerrilleros”. El mandatario local no le ve ninguna trascendencia
al tema, pero se sostiene en que sí prohibió la palabra y el accesorio por ser
una representación de la izquierda.
“No digo que todo el mundo que ande con una mochila sea afín a esta
ideología, pero los de la Alcaldía sí. Y ‘compañero’ viene del término ruso tovarish y
es muy usado por la guerrilla”, puntualizó.
Dice con propiedad la traducción, pues Sánchez estudió ingeniería
eléctrica becado en Rusia, específicamente en el Instituto de Minas y
Metalurgia de Magnitogorsk, cuando la Unión Soviética estaba a punto de acabarse.
En esta ciudad se producía uno de cada dos tanques y uno de cada tres
proyectiles que la Unión Soviética utilizaba en la Segunda Guerra Mundial,
según la página web de la misma universidad.
“Todos andan con mochilas, peludos y de alpargatas”, expresó el alcalde
para referirse a los empleados de la Alcaldía anterior. Por eso, impartió estas
órdenes y no sólo en privado. Un mes después de llegar al cargo, el alcalde se
refirió al tema en el Festival Chica de Verano. Esta fiesta es un reinado de belleza
para incentivar el cuidado al medio ambiente, que se celebró del 5 al 7 de
febrero, según la página web de la Alcaldía. Cuando el alcalde estaba en plena
tarima, recibió a un diputado del Centro Democrático. Para mala suerte de
Sánchez, el hombre traía una mochila. “Le dio la bienvenida pero le recomendó
que para la próxima visita no trajera eso porque le recordaba al exalcalde y
porque era una objeto sinónimo de gente la subversiva de San Vicente”, expresó
a Semana.com uno de los asistentes.
Domingo Pérez, el exmandatario del Caguán, reconoce que las
prohibiciones de Sánchez están ligadas a que sus antiguos jefes de despacho,
algunos funcionarios y él vestían siempre una mochila y decían compañero. “Sólo
por eso llegó en una actitud de persecución al negar la libertad de expresión”,
señaló Pérez.
El alcalde Sánchez argumenta que es sólo una invitación, pues “bien si
se identifican conmigo, pero si siguen en su vaina, no pasa nada”.
Y aunque diferentes empleados explican que no ha habido ningún tipo de
repercusión si se tratan de ‘compañero’ o llevan una mochila, la orden es muy
clara. “No faltó que nos impusiera algún castigo, con la forma de decirlo tuvo
porque uno tiene que hacer todo lo que él diga”, concluyó la funcionaria.
Parece una simple y curiosa anécdota, pero las órdenes impartidas por
este alcalde uribista podrían ser vistas como una transgresión al libre
desarrollo de la personalidad.
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