En reciente gira por Estados Unidos, Hector Marino Carabali Charrupi vocero de CONAFRO y CENPAZ expuso la situación que están viviendo las comunidades y pueblos en Colombia con el devil proceso de implementación del acuerdo de la Habana. Llama la atencion sobre la dramatica situación del asesinato de líderes sociales y ambientales en Colombia y reafirma la esperanza de paz para el país y las comunidades de la Colombia profunda.
“Nos están matando y el Gobierno no hace nada”: líder social en la CIDH
Héctor Marino Carabalí, protagonista del documental “Nos están matando”, se reunió esta semana con la organización de derechos humanos y el Departamento de Estado de los Estados Unidos para exponer por qué están matando a los líderes sociales en Colombia. ¿Qué le dijeron?
Redacción EL Espectador Colombia2020
Héctor Marino Carabalí, líder social del norte del Cauca, durante su visita a los Estados Unidos./Tom Laffay.
Mientras Iván Duque y Donald Trump, presidentes de Colombia y Estados Unidos respectivamente, se reunían en la sede principal de las Naciones Unidas en Washington, en las oficinas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llegaba el líder social Héctor Marino Carabalí. Viajó desde el norte del Cauca para contarle a los delegados del organismo multilateral por qué están matando a los defensores de derechos humanos en Colombia. Esta última noticia pasó de agache ante la pomposa visita presidencial, pero dejó un mensaje claro: “el mundo debe saber que nos están matando y el Gobierno no hace nada”, expresó Carabalí.
Carabalí vive en Colombia, pero desde finales de julio pasado salió de su territorio, ubicado en zona rural de Buenos Aires (Cauca). Esto tras la muerte de su amigo y compañero Ibes Trujillo Contreras, quien fue secuestrado y luego asesinado. Cinco días después, el 21 de julio de 2018, Héctor Marino Carabalí recibió una amenaza de las supuestas “Águilas Negras”, una organización que fue desmantelada después de la desmovilización de los paramilitares según la inteligencia estatal.
Sin saber cuándo regresará a su territorio, Carabalí viajó invitado por varios congresistas de Estados Unidos y organizaciones de derechos humanos a presentar el documental “Nos están matando”, un relato de lo que viven los líderes sociales después del acuerdo de paz, producido por Tom Laffay, Emily Wright y Daniel Bustos. En la pieza, Carabalí es protagonista junto al senador indígena Feliciano Valencia.
En esta entrevista, desde Nueva York, donde terminará este viernes su gira con la presentación del documental, Carabalí contó qué dijo en la CIDH, qué habló con el representante demócrata, Jim McGovern, y cuál es el mensaje que trae para los defensores de derechos humanos en Colombia, quienes en estos días insistirán en una reunión urgente con el presidente Duque para que proteja su derecho a la vida.
Héctor Marino Carabalí habla con un grupo de estadounidenses interesados en apoyar la paz de Colombia. Lugar: Busboys & Poets. Noche del 26 de Septiembre en Washington DC. Foto/ Daniel Bustos.
¿Cuál fue el objetivo de su visita a los Estados Unidos paralela a la del presidente Iván Duque?
El objetivo era hacer incidencia en el alto gobierno de los Estados Unidos para que se ponga atención sobre el homicidio de líderes sociales en Colombia y para que apoyen la implementación del acuerdo de paz. Lo primero es causal de lo segundo, porque por defender la consolidación de la paz nos están matando. Tuve varias reuniones con funcionarios del Departamento de Estado, con senadores y con diferentes plataformas de derechos humanos de los Estados Unidos.
¿Cómo fue la reunión con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos?
Con los funcionarios de la CIDH se revisaron algunos casos de líderes asesinados y los cuales hacen parte del acervo probatorio que tiene ese organismo para hacer los próximos informes de derechos humanos sobre Colombia. Ellos están sumamente preocupados, porque a pesar de las recomendaciones que han hecho al gobierno colombiano, los asesinatos y las amenazas contra los líderes sociales continúan. Además, hay una preocupación por el papel que debe cumplir la Fiscalía y que no quiere hacer bien.
¿Cuál fue la principal preocupación que le expresó a la CIDH?
Hay una alerta generalizada en los territorios y esta tiene que ver con las iniciativas de ley que está presentando el gobierno de Duque en el Congreso y las cuales se contradicen con los acuerdos de paz. Por ejemplo, la modificación a la ley de víctimas y restitución de tierras, y el proyecto de ley que pretende criminalizar a los pequeños cultivadores de hoja de coca, marihuana y amapola. Igualmente, manifestamos nuestra preocupación por la criminalización de la protesta social y la violencia que puede desatarse ante las protestas en los territorios por la activación de las fumigaciones con glifosato.
¿Cuáles son las principales conclusiones de sus encuentros con el Departamento de Estado y la CIDH?
Recomendaron solicitar al Gobierno unas mesas de diálogo directas con las diferentes plataformas de derechos humanos del país. Este Gobierno necesita reunirse, por ejemplo, con la mesa de garantías que es la interlocutora de los líderes sociales en cada una de las regiones. Igualmente, vamos a hacer acercamientos con la Embajada de los Estados Unidos en Colombia. De ese lado, las organizaciones y personalidades harán lo propio frente al homicidio de líderes sociales y la implementación del acuerdo de paz. Es que la paz de Colombia también es la de los Estados Unidos, dicen muchos ciudadanos de este país.
¿Qué decirle al Gobierno de Iván Duque tras su visita a los Estados Unidos?
Que cumpla con su palabra. La semana pasada el presidente Duque estuvo en Nueva York y retomó las palabras de Nelson Mandela para decir que Mandela era un hombre de paz que dio todo de sí para que hubiera cambios sociales en Suráfrica. No obstante, el discurso de Duque es contradictorio con lo que ocurre en Colombia: vía Congreso nos quieren quitar la autonomía de los territorios donde sobrevivimos y por reclamar nos matan. Invitó al presidente a darle continuidad a la implementación de los acuerdos, que es base fundamental de la construcción de una paz estable y duradera.
¿Por qué quieren asesinarlo?
Los líderes sociales que luchamos por la paz con justicia social y por la defensa del territorio nos convertimos en obstáculo de aquellos que han vivido históricamente de la guerra y que no quieren que los acuerdos de paz se implementen. O sea, el delito que cometemos los líderes sociales es defender la vida de todos los colombianos.
El líder social que pide auxilio ante el Congreso de Estados Unidos
BY JUANITA RAMOS ON 10 OCTUBRE, 2018CRUCE, LATINOAMÉRICA
Desde el 2016 más de 300 líderes sociales han sido asesinados en Colombia. Aunque la cifra -que puede ser mayor- es alarmante, el Gobierno aún no reconoce la práctica sistemática de estos hechos.
La muerte de las personas que se juegan la vida en las zonas rurales de Colombia por la defensa de su territorio no pasa de cifras y noticias, por esto el documental “Nos están matando” lanzado este año, se convierte en una pieza histórica de este drama.
La película dura no más de 20 minutos y en ella se narran las historias de dos líderes que resisten a las amenazas desde los lugares más recónditos del país.
Héctor Marino Carabalí, proveniente del Cauca, es uno de los protagonistas del documental y uno de los líderes sociales más reconocidos en Colombia. Estuvo en Estados Unidos dando un grito de auxilio para que paren los asesinatos.
El Borde habló con él mientras daba una lección de lo que es Colombia en un conversatorio sobre “Nos están matando”, organizado por el Colombian Studies Group en Nueva York. Su llamado es que todos cooperemos para proteger los acuerdos de paz.
¿Cuáles son las conclusiones de este viaje por Washington y Nueva York?
Me parece que es un viaje importante porque fuimos al Congreso de Estados Unidos, hablamos con el Departamento de Estado y también con organizaciones sociales que están haciendo un trabajo muy importante acá en cuanto a denuncias a nivel internacional. Además conversamos con los colombianos sobre la importancia de la unión para hacer veeduría al Gobierno y exigir que se respete el acuerdo de paz.
¿Qué le dijeron en las reuniones en el Congreso y el Departamento de Estado?
Algunos congresistas dijeron que iban a escribir al Gobierno colombiano, a la Embajada de Colombia en Estados Unidos y a la Embajada estadounidense en Colombia. Cartas. Pero decir que van a solucionar, no. Hablaron de estar pendientes de los recursos destinados a la implementación del proceso de paz, y también de un aporte a la Fiscalía para modernizar los sistemas de investigación
¿Existe información sobre este tema en el exterior?
Muy poco porque lo que llega acá es la noticia por parte de los medios de desinformación y hay muy poco contexto. Charlas como esta permiten dar a conocer lo que realmente está pasando.
Héctor junto a los realizadores del documental y los organizadores del conversatorio. Cortesía: Colombian Studies Group
Usted decía que parece una dicotomía pedirle a Estados Unidos ayuda cuando, en ocasiones, este país promueve prácticas que son generadoras de violencia en Colombia
No podemos negar el interés que tienen los Estados Unidos en lo que tiene que ver con los tratados de Libre comercio y otros proyectos trasnacionales, si esto no es bien manejado pues genera guerra también.
¿Cuál es el papel de la empresa privada en estos asesinatos?
Uno dice que de una u otra forma la empresa privada tiene que ver mucho porque estamos hablando de un monopolio por la tierra, de un interés por proyectos de megaminería y quienes estamos ahí somos las comunidades étnicas que luchamos por la vida y la armonía territorial y eso, por supuesto, implica que para que ellos puedan llevar a cabo estos proyectos de mega desarrollo tienen que sacarnos del territorio
¿Cuál es la importancia de este documental?
Nos ha permitido que la gente conozca más a los líderes sociales, corriendo un riesgo también. Todo esto se trata de alertar al gobierno sobre su deber de proteger. Yo tengo un esquema de seguridad pero también hago parte de unas medidas cautelares que fueron determinadas para Marcha patriótica porque soy miembro. Nos eleva el nivel de seguridad pero lo que más nos protege es la exigencia que colombianos hagamos para cumplir los acuerdos de paz.
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